Los Dragones heráldicos o guivernos (también conocidos como wyverns, en su grafía inglesa, o drakontas — y a veces incluso llamados por algunos Wind Runners) son unas criaturas legendarias pertenecientes a la mitología medieval, con forma de enormes reptiles alados de la familia de los dragones de nivel inferior, pero que son capaces de lanzar hechizos.
Un Wyvern es un ser miedoso, hostil...sin sentido común, que tan solo se deja llevar por sus impulsos...no puede vivir sin su progenitora. Y además es quien mantiene el nido. Son seres lamentablemente tontos, con una triste vida, que por lo general termina en soledad.
Debido a su aspecto, podría decirse que son similares a los dragones. Sin embargo, éstos presentan notables diferencias y estas les han marcado gran desventaja e inferioridad ante los segundos. Para empezar, un dragón heráldico sólo tiene dos patas traseras. Son seres de inteligencia bastante baja y su vuelo no es tan ágil como el de un dragón. De hecho, un dragón heráldico no puede volar con una criatura de peso considerable. Físicamente son reptiles, con dientes afilados y de color pardo grisáceo. Tienen un tamaño de más de 10 m de largo y unas alas de murciélago enormes. Su cola tiene un aguijón muy parecido al de un escorpión. Sus ojos son de un rojo intenso. Llegan a medir de 1,8 a 5,4 m y su longevidad no pasa de los 30 años, y sobre todo los wynverns son malvados.