Los pixies son pequeños duendes .Suelen ser bastante traviesos cuando se intenta convivir con ellos.Les encanta robar caballos y poneys de Dartmoor (Inglaterra) durante la noche y cabalgarlos alocadamente a través del páramo, retorciendo y enredando sus crines para espolearlos. Ni siquiera dentro de casa se está a salvo de ellos, ya que les gusta perseguir a las mozas de la cocina arrojándoles cacerolas.
Aunque gozan con su diversión, los pixies pueden ser grandes trabajadores, y con frecuencia trillan el trigo por la noche para verse recompensados con pan y queso. Sin embargo, un labrador agradecido, al observar que el pixie que le había trillado el trigo iba vestido de harapos, convenció a su esposa para que le hiciese un diminuto traje. Lo dejaron donde el pixie pudiera verlo al iniciar su labor nocturna. El pixie, al ver aquel atavío recien hecho, se lo puso y olvidándose de trillar, exclamó:
"Chaqueta nueva, chaleco nuevo, calzones nuevos!
¡Orgulloso tú, orgulloso yo, a trabajar no vuelvo!"
Y no trabajó, dejando al labrador pesaroso de su bondad.